Temporada de chicas para los Elefantes marinos del sur
Ejemplares monitoreados por WCS Chile muestran un cambio en su patrón de viaje hacia un lugar de reproducción
El amor no reconoce fronteras, y bien lo saben dos elefantes marinos de la colonia de Bahía Jackson, Seno Almirantazo, en Tierra del Fuego, quienes cruzaron el Estrecho de Magallanes y viajaron más de 1.600 kilómetros hasta Punta Delgada, Península de Valdés, en el Atlántico, al encuentro de las hembras que descansan en las colonias de reproducción en primavera.
Pikín y Pacha son los dos robustos machos juveniles de más de 3,5 metros que fueron marcados por WCS Chile, con dispositivos GPS, en la colonia de Jackson en febrero de 2016. Desde que se descubrió esta singular colonia en Chile, WCS ha desarrollado un trabajo de monitoreo y seguimiento con el objetivo de conocer los hábitos de esta especie para contribuir con su conservación.
Al finalizar el verano, luego de pasar unos meses en tierra mudando su pelaje, estos ejemplares salieron de Bahía Jackson, al interior del Seno Almirantazgo, para volver al mar a alimentarse y viajar en busca de un área de reproducción. El elefante marino del sur (Mirounga leonina) es un mamífero carnívoro que puede llegar a pesar tres toneladas. Pasa la mayor parte del tiempo en el mar, viajando y alimentándose de calamares, para lo cual bucea hasta los 1.500 metros de profundidad. Sólo vuelve a la tierra para volver a mudar (en verano) y para reproducirse (en primavera), que es precisamente lo que ha ido a hacer estos dos viajeros a la costa argentina, durante el mes de septiembre.
Cambio de hábito
Los elefantes de esta colonia vuelven cada año a Bahía Jakson a descansar y cambiar de pelaje, luego de un largo tiempo en el agua (ciclo pelágico). A pesar de ello, no siempre utilizan las mismas rutas. Elefantes marinos monitoreados en esta misma área por WCS, en 2012, invirtieron un tiempo importante en los canales para luego desplazarse por el Océano Pacifico cercanos a la costa hasta la altura de Chiloé, para posteriormente internarse mar adentro y retornar al área de muda un año más tarde, sin haber visitado un área de reproducción. Recorrieron más de 24.000 km en un año (54 km/día), considerablemente mucho más de lo que han recorrido este año Pacha y Pikín para llegar a un sitio de reproducción en la costa Atlántica. Si bien invirtieron una considerable cantidad de tiempo alimentándose en los canales -algo inusual para lo que se ha descripto previamente para la especie- hubo un cambio en patrón de movimiento considerando la información disponible de las temporadas anteriores.
A diferencia de otros años, los elefantes retrasaron un poco más su partida, quedándose uno de ellos cerca de Puerto Natales y el otro en el Estrecho de Magallanes. “Años anteriores pudimos observarlos dando unas gigantes vueltas por el Pacifico”, comenta el Dr. Alejandro Vila, Director Científico de WCS Chile. “Este año permanecieron más tiempo en los canales, lo cual indica que – considerando que después de un período de ayuno de un mes en tierra para mudar, necesitan recuperar peso – dispondrían de comida abundante en el área y no necesitarían salir a mar abierto para alimentarse”, agrega. A pesar de ello, la conexión de esta colonia chilena con colonias ubicadas en el Atlántico ha sido registrada previamente por la aparición de animales marcados en Valdés y Malvinas en Jackson.
Aunque esta hipótesis sobre la disponibilidad de alimento en los fiordos del mar interior, que permitiría explicar el retrasado en la partida de estos animales, no ha sido probada, resulta claro por otros estudios realizados en la Región que el área es utilizada para alimentarse por ballenas jorobadas, lobos marinos y numerosas aves marinas. De hecho, la profunda lengua marina de más de 120 kilómetros que conforma el Seno Almirantazgo y conecta el Parque Nacional Alberto de Agostini por el sur con el Parque Karukinka por el norte, es refugio de la única colonia de aguas interiores del albatros de ceja negra, cuyos ejemplares también se alimentan en la zona de los canales interiores.
Para avanzar en el conocimiento de estas particulares colonias de elefantes marinos y albatros de ceja negra se requiere ahondar en los efectos de las variables ambientales sobre ella y surge el desafío de generar mayor información oceanográfica sobre la Región de Magallanes y la Antártica Chilena. Finalmente, nos surge el siguiente interrogante ¿Habrán dejado los machos adultos de Valdés acercarse a los juveniles Pacha y Pikín a las hembras para reproducirse, considerando que es una especie poligínica y los machos establecen jerarquías para acceder a la reproducción?
Monitoreo 13/04/2016
Monitoreo 12/09/2016