Guanaco (Lama guanicoe)
El guanaco es una de las cuatro especies de camélidos nativos sudamericanos, que pesa hasta 120 kilogramos y vive en ambientes áridos y semiáridos desde Perú hasta Tierra del Fuego (22° a 55° S), aunque también en áreas ecotonales y boscosas de Patagonia. Fue el herbívoro que dominó la Patagonia árida hasta el siglo XIX y la principal fuente de alimento de los pueblos indígenas de la región, el puma y especies carroñeras como el cóndor. Durante el último siglo y medio experimentó un colapso poblacional a lo largo de gran parte de su distribución. Se estima que sólo ocupa el 40% de su hábitat original, principalmente en subpoblaciones grandes y fragmentadas del centro y sur de la Patagonia. En el pasado, el número de individuos habría alcanzado entre 7 y 50 millones en la Patagonia, pero en la actualidad rondaría los 2 millones de ejemplares en la Patagonia Argentina y una estimación de alrededor de 160.000 en la parte chilena de la isla de Tierra del Fuego, como límite superior de la población, ya que es probable que el número sea inferior si se utilizan métodos de muestreo y análisis más precisos. La regulación del comercio de pieles y fibra de la especie logró disminuir su caza comercial en las últimas décadas, pero no así frenar la ilegal.
El guanaco es el único ungulado nativo que ha estado presente en la isla de Tierra del Fuego durante los últimos 8.000 años. Esta especie fue la principal fuente de proteínas y vestimenta para los Selk’nam hasta la época de la colonización europea e introducción del ganado, a fines del siglo XIX.
Los guanacos que habitan en el Parque Karukinka forman parte de una unidad prioritaria para la conservación de poblaciones de la especie en Chile y la Argentina, que fuera identificada por la Estrategia Regional para la Conservación de Guanacos. El Parque es también uno de los pocos sitios a lo largo de la distribución de la especie en donde aún se mantiene un comportamiento migratorio estacional entre ecosistemas ubicados a baja altitud en invierno y zonas de altura en verano, conectando así la estepa con bosques, turberas y ambientes de altura.
El Parque Karukinka provee grandes extensiones de hábitat que están libres de algunas de las amenazas que enfrenta la especie, como la competencia por alimento con ganado introducido, la destrucción de hábitat y la caza, entre otras.