En el Parque Karukinka, los cielos son un paraíso para bandurrias, cisnes de cuello negro, carpinteros negros (los más grandes de Sudamérica), cachañas, churrines, viuditas, cormoranes, albatros de ceja negra o cóndores.
Sus costas están habitadas por huillines, focas leopardo, toninas, lobos marinos y elefantes marinos del sur, coigües magallánicos, canelos, lengas, ciruelillos, ñirres, frutillas silvestres, plantas carnívoras y otras 415 plantas vasculares son parte del frondoso paisaje vegetal por donde circulan zorros culpeos, tuco tucos y guanacos.