En el marco del proyecto "Fortaleciendo los vínculos entre el bienestar humano y la conservación de la biodiversidad de la Cordillera de la Costa central", una iniciativa llevada a cabo por Wildlife Conservation Society Chile junto a Anglo American, como parte de una asesoría destinada a mejorar las prácticas de gestión de biodiversidad de la industria minera, se llevó a cabo un Programa Comunitario de Restauración Ecológica en la comuna de Nogales, específicamente en la localidad de El Melón en la Región de Valparaíso. Este programa culminó con una gran jornada de plantación participativa que tuvo lugar el sábado 2 de septiembre
Este programa, liderado por Wildlife Conservation Society Chile, apoyado por el Centro CERES de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y financiado por Anglo American, representa un compromiso fundamental con la restauración y aborda tanto el bienestar humano como la salud del medio ambiente a través de la recuperación de la biodiversidad, procesos ecológicos, y del fortalecimiento de las comunidades locales que dependen de estos ecosistemas.
“Hace dos años y medio estamos trabajando en un proyecto que busca fortalecer los vínculos entre el bienestar humano y la conservación de la biodiversidad de la cordillera de la costa central. En base a ese estudio, que tuvo un diagnóstico participativo, pudimos hacer un mapeo socioambiental en la zona, todos vinculados a la extrema sequía que vive este lugar. Así, pudimos determinar ciertas acciones para trabajar en la conservación del ecosistema esclerófilo costero de esta zona, donde se seleccionó realizar un proceso de restauración ecológica de un área altamente degradada como es la que trabajamos, plantando un pequeño parche de bosque nativo en alta densidad, que será como un pulmón verde y a la vez un lugar de encuentro para la comunidad, que sufre las consecuencias de la extrema sequía del lugar”, señaló Gabriela Silva, especialista en conservación y comunidades de WCS Chile y quien estuvo a cargo del proyecto.
La localidad de El Melón ha enfrentado desafíos significativos en los últimos años debido a actividades agrícolas y mineras constantes, así como a condiciones de extrema sequía que han afectado profundamente su bosque y matorral esclerófilo. Este territorio forma parte del área de influencia social de la operación de El Soldado de Anglo American en la región de Valparaíso y alberga el Sitio Prioritario para la Conservación Cordillera El Melón, que brinda beneficios vitales a las comunidades locales.
El Programa Comunitario de Restauración Ecológica se ha construido en colaboración con la comunidad de El Melón. Ha incluido talleres teórico-prácticos y visitas a terreno, donde se abordaron temas cruciales para la restauración ecológica y agroecología, así como la reintroducción de especies nativas, prácticas agrícolas sostenibles y la participación activa de la comunidad local.
Ximena Gallardo, presidenta de la ONG Poyewn, es una de las mujeres que participó de las capacitaciones y de la plantación participativa, al preguntarle sobre su experiencia señaló, “Me gusta el conocimiento que se le ha dado a la comunidad y cómo este nos ha empoderado a que podamos restaurar un lugar, siendo partícipes de la reconstrucción y no solo espectadores de la destrucción”.
De este modo, el pasado sábado 2 de septiembre finalizó la implementación de la experiencia piloto con la plantación participativa en un área altamente degradada de 0,18 hectáreas, donde se plantaron alrededor de 700 individuos de especies nativas. Estos ejemplares, representativos del ecosistema esclerófilo local, incluyeron molle, maitén, boldo, peumo, litre, quillay, algarrobo, guayacán, colliguay y chagual, así como diversas herbáceas como azulillo, soldadito, huasita, huilli, entre otras. Aquí, se utilizó la metodología de plantación en núcleos de alta densidad, conocida como miyawaki, lo que permitirá el crecimiento del bosque en un corto período de tiempo, permitiendo a la comunidad ver resultados de su trabajo y compromiso en el corto plazo.
Lo que sigue
Una de las aristas más importantes del trabajo de WCS Chile en esto tuvo que ver con la capacitación de la comunidad, para que esta pudiera no solo plantar las distintas especies, sino que además se hicieran cargo de la fase de mantención, esencial para su éxito a largo plazo. De este modo, el grupo compuesto mayormente por mujeres, aprendió sobre control fitosanitario, control de malezas, poda selectiva y riego de plantas, mantenimiento de cerco perimetral, entre otros. Es así, como se espera que estas diferentes acciones se lleven a cabo con la frecuencia necesaria para garantizar la salud y el desarrollo adecuado de la vegetación restaurada.
Carolina Herrera, del Centro Ceres, quien estuvo a cargo de la transferencia de conocimientos sobre restauración ecológica, comentó sobre la continuidad del proyecto “para que los proyectos de restauración tengan un buen resultado, estos sí o sí tienen que ser participativos. Aquí, la gente ya se está organizando para seguir vinculada y la idea es que a través de la mantención - que es reducida dentro de todo - se genere la continuidad. Así, en un par de meses vamos a ver muchas de estas especies en floración, en fructificación y este lugar va a ser un espacio súper importante de educación ambiental, que además nos va a permitir obtener material vegetal para que ellos mismos sigan propagando”.
“Nuestra idea es mantener este proyecto, preocuparnos de las plantas, del riego, de la conexión con las demás compañeras, estar atentas a cualquier necesidad que tengamos”, señaló Angélica Rojo, parte de la directiva electa por la comunidad. “Cuando supe de esta iniciativa, no lo pensé dos veces, la actividad me pareció preciosa, el haber salido a recolectar semillas y haber compartido el conocimiento sobre las plantas ha sido una experiencia única. Espero que sigamos, no puede morir esto.