Entre julio y octubre de 2022 se realizó una serie de actividades enmarcadas en el Espacio de Aprendizajes, iniciativa creada por WCS Chile, que buscó vincular al sector público, privado y la academia para fomentar el intercambio de experiencias, el reconocimiento de desafíos compartidos y la visualización de soluciones integrales para la conservación efectiva de la biodiversidad de Chile.
Un seminario online y tres módulos presenciales en distintas regiones del país dieron pie a este espacio, que en su primera versión contó con la co-organización de Anglo American, y posteriormente pretende ser replicada en colaboración con distintas organizaciones.
En palabras de Bárbara Saavedra, directora de WCS Chile, “las sociedades y las economías están embebidas en la naturaleza y su biodiversidad, permitiendo y sosteniendo toda actividad y bienestar humano. La pérdida de biodiversidad es uno de los mayores problemas que enfrentamos hoy y el desafío de su conservación, es complejo, integrado, sistémico y urgente, precisando de la acción efectiva y coordinada de todos los actores de nuestra sociedad, incluyendo al mundo privado”.
El cambio transformacional hacia una gestión de la conservación integrada, requiere de espacios colaborativos de análisis, donde se articulen y focalicen esfuerzos para poder revertir los patrones de pérdida de biodiversidad en el menor tiempo posible. Es así que el ESPAP 2022 se construye como una instancia que responda a este desafío, usando la transformación como el hilo conductor de todo el proceso.
El trabajo en terreno
Durante el encuentro, participaron 38 personas, representantes de empresas, centros de investigación, ONGs y sector público que actualmente se vinculan a temáticas de conservación, quienes visitaron, junto al equipo de especialistas de WCS Chile, diferentes iniciativas de conservación de la biodiversidad impulsadas por el sector privado en el norte, centro y sur del país, buscando realidades representativas de la variada geografía nacional.
En esta primera versión, el módulo uno, llamado “la transformación necesaria”, tuvo lugar en las regiones Metropolitana y de Valparaíso. Aquí los presentes tuvieron la oportunidad de conocerse, ser introducidos a la propuesta de trabajo, y comenzar a delinear lo que sería la experiencia del ESPAP. Así, durante los dos días visitaron el Parque Quilapilún de Anglo American, primer jardín botánico de especies nativas de la región Metropolitana y la Viña Garcés Silva, una viña familiar participante del Programa Vino, Cambio Climático y Biodiversidad del Instituto de Ecología y Biodiversidad, que ha implementado prácticas para minimizar los impactos de su producción sobre la biodiversidad en el valle de Leyda, región de Valparaíso.
El módulo dos “herramientas para la transformación”, se realizó en la región de Coquimbo, donde se visitó la Laguna de Conchalí, de alto valor ecológico y representativa de los humedales costeros de la zona mediterránea de Chile central. Mientras que el segundo día se realizó una visita al Santuario de la Naturaleza Palma Chilena de Monte Aranda, propiedad de Minera Los Pelambres, donde se está realizando un importante proyecto de restauración de esta especie, actualmente en peligro de extinción, en el extremo norte de su distribución.
"El sumarse a estos espacios en que uno comparte y aprende de los errores y de los aciertos de otros, creo que es muy relevante. Creo que estos espacios tenemos que ir expandiéndolos, dada la encrucijada en que estamos como humanidad", Pablo Ramirez de Arellano investigador de Bioforest de Arauco.
Para el último de los módulos, llamado “colaboración transformadora”, se visitó la región de Los Ríos, donde se llevó a cabo una jornada de trabajo en el Centro de Humedales Río Cruces (CEHUM), centro integral de investigación de humedales y ejemplo de colaboración multiactores, para continuar el segundo día con una visita al Parque Oncol, Área de Alto Valor de Conservación de gran importancia ecológica y propiedad de la empresa Arauco.
Los cuatro pilares que sustentan al ESPAP
En Chile, la práctica de la conservación efectiva desde el sector privado y particularmente desde empresas que están insertas en diversos territorios, es una tarea pendiente, de la que la sociedad debe hacerse cargo con iniciativas como el ESPAP.
Para Katherine Alarcón, especialista en medio ambiente y permisos de Statkraft, "las empresas son uno de los entes articuladores de muchas de estas iniciativas en biodiversidad, ideal si es que es con otros actores público-privados, en conjunto con las comunidades, pero sin duda es un rol que todas las empresas deberían cumplir".
Para el equipo de WCS Chile esta iniciativa, desde su origen, está sustentada en cuatro pilares fundamentales. El primero de ellos es la necesidad de una transformación de la industria para garantizar la conservación de la biodiversidad. De este modo, los modelos de negocios deben reflejar el orden natural de la sustentabilidad, el que tiene en su fundamento la necesidad de proteger y mantener la biodiversidad.
El segundo de ellos entiende la naturaleza y la biodiversidad como el bien común más preciado de las sociedades y su cuidado abre un espacio de encuentro de todos los actores involucrados.
El tercero es la ética de trabajo, esto quiere decir que es necesaria una ética diferente que reconozca principios mínimos del operar de los sistemas naturales y sociales a la hora de establecer actividades humanas productivas que puedan impactar ecosistemas y biodiversidad del país.
Y por último está la materialización de compromisos, donde las declaratorias de conservación son sólo el punto de partida para llegar a la protección y recuperación de la biodiversidad. La gestión efectiva de la conservación es el gran desafío y su éxito depende de la implementación de acciones concretas, bien diseñadas y monitoreadas, colaborativas y que contribuyan a las necesidades de manera integral.
Estos cuatro pilares se abordaron a lo largo del ESPAP a través de ciertos principios, tales como el aprendizaje colectivo, el respeto, la práctica experiencial, la representatividad, la transparencia y el compromiso. Para Antonieta Eguren, especialista en dimensión humana de WCS Chile, luego de esta exitosa primera experiencia con el Espacio de Aprendizaje, vienen desafíos a futuro que tienen relación con continuar trabajando como entidad catalizadora del trabajo conjunto por la conservación de la biodiversidad, “a lo largo del ESPAP se hizo patente la necesidad de contar con espacios cuidados, debidamente diseñados y facilitados, que promuevan la colaboración entre los diferentes actores. Al final del día las instituciones están formadas por personas que necesitan escucharse, reconocerse y generar lazos significativos que se traduzcan en acciones conjuntas y concretas que contribuyan a avanzar en la agenda de conservación de nuestro país”.
A continuación puedes ver un video resumen de los tres módulos del ESPAP
Y mas detalles en videos del módulo uno, módulo dos y módulo tres
Descarga la Memoria ESPAP 2022