En el contexto de Turba Tol, el pabellón que representa a Chile en la Bienal de Arte de Venecia, y gracias al trabajo creativo, colaborativo y de investigación en el que participaron, Bárbara Saavedra, directora de WCS Chile; Nicole Püschel, encargada de cambio climático de WCS Chile; Camila Marambio, curadora; artistas y representantes de la comunidad Selk´nam; en conjunto con la Iniciativa de Turberas Patagónicas; diversas agrupaciones internacionales que luchan por la protección de las turberas globales se reunieron en Italia para ser parte de una asamblea que se enfocó en el valor y la práctica de conservación y restauración de estos ecosistemas localmente, entendiendo cada proyecto independiente como parte fundamental de una red global de protección de estos ecosistemas.
El Acuerdo de Venecia se realizó entre el 1 y 2 de junio (coincidiendo la segunda fecha con el Día Mundial de las Turberas) y durante las jornadas especialistas de las disciplinas de ciencia ecológica, política de cambio climático, arte contemporáneo y representantes de pueblos originarios, compartieron diversos enfoques sobre la conservación de estos humedales que cumplen un rol fundamental para la biodiversidad, la mitigación de la crisis climática, la calidad del agua, la cultura y la economía.
El encuentro se realizó en Ocean Space, el espacio de exhibición y programas públicos del centro para la investigación y ecosistema cultural de la fundación TBA21 que impulsa una relación de cuidado y compromiso con las aguas y su ecología. Además de Ensayos y WCS-Chile, el evento fue organizado por el Greifswald Mire Centre, en colaboración con TBA21 Academy, organizaciones globales de investigación científica y artística respectivamente. Y fue posible gracias al apoyo de Stiftung Zukunfts Jetzt!, Hartwig Behrendt Stiftung Zukunft i.G. y la Iniciativa mundial sobre las turberas dirigida por ONU Medio Ambiente.
El programa fue cuidadosamente diseñado para lograr canalizar la experiencia de sus participantes hacia la co-construcción de un acuerdo con base en conocimiento real y que ayude a activar la protección de turberas alrededor del mundo . Las partes y personas que formularon el Acuerdo de Venecia provienen de países como Argentina, Congo, Escocia, Estados Unidos, India, Indonesia, Irán, Irlanda, Kenia, Uganda y Uruguay. Desde Chile fueron parte, Iniciativa Turberas de la Patagonia, WCS Chile, Fundación M.A.P.A., Fundación Fungi, Defendamos Chiloé, Ensayos, Fundación Kreen, y Fundación Hach Saye, sumándose además, la experiencia de personas y organizaciones que en distintos lugares del planeta realizaron talleres para luego entregar sus insumos al comité editorial del acuerdo, siendo integrados al trabajo en Venecia.
El programa de trabajo incluyó distintos tipos de instancias y actividades para cada uno de los días, donde los más de 30 participantes aportaron de manera efectiva al acuerdo, compartieron su visión para el futuro de la conservación de estos humedales, con el apoyo de expertos como el Dr. Hans Joosten del Greifswald Mire Centre, conectando además con tomadores de decisión globales como Dianna Kopansky de la Global Peatland Initiative, y trabajando con artistas, conservacionistas, y otros expertos en sesiones guiadas, para finalizar el trabajo con un evento público de celebración y firma.
Turba Tol, el pabellón de Chile en la Bienal de Venecia
El proyecto transdisciplinar Turba Tol que está representando a Chile en la 59ª Bienal de Arte de Venecia desde el pasado 23 de abril hasta el 27 de noviembre del 2022, nace del encuentro con y en las turberas de Tierra del Fuego a partir de la experiencia del programa eco-cultural Ensayos, liderado por Camila Marambio y curadora del pabellón, la organización de conservación Wildlife Conservation Society Chile (WCS-Chile) y la fundación Selk’nam Hach Saye.
Turba Tol es un dispositivo artístico y transdisciplinar que aporta al reconocimiento, valoración y conservación de las turberas de la Patagonia, humedales críticos para la mitigación y adaptación al cambio climático. El motor de Turba Tol se alimenta de la colaboración en múltiples escalas entre diversas instituciones y personas, tanto a escala local como global. Este esfuerzo colaborativo se centra en movilizar voluntades y reunir esfuerzos que permitan cambiar la trayectoria de degradación de la naturaleza, contribuyendo hacia una cultura de la conservación de la biodiversidad, base natural del bienestar actual y futuro de las sociedades.
Puedes ver y descargar el Acuerdo de Venecia a continuación