La pesquería de centolla en Magallanes, que se realiza desde 1928, tiene innumerables desafíos para asegurar su desarrollo sostenible. Más de 6 mil personas trabajan directa o indirectamente en este recurso en la región.
Mejorar el arte de pesca de centolla, garantizar un manejo sostenible y minimizar los impactos negativos de la actividad, son parte de los desafíos de esta pesquería. Un proyecto desarrollado por WCS y el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), con el financiamiento de The Walton Family Foundation, busca colaborar en mejorar el arte de pesca de la centolla y encontrar una solución a uno de los problemas más latentes, la interacción de mamíferos marinos con los cabos de las trampas.
El proyecto consiste en realizar un plan piloto para minimizar el impacto de las trampas sobre ejemplares no comerciales y fauna acompañante (como pulpo o centollón). Por otro lado, con relación a la misma pesquería, se probaron dos métodos para evitar que mamíferos marinos, especialmente, grandes cetáceos, se enreden en los cabos que conectan las trampas.
En la siguiente cápsula informativa, es posible conocer detalles de la investigación de campo, donde se explica cuáles fueron las modificaciones realizadas a las jaulas, denominadas trampa de centolla, y cuáles fueron los resultados. También se muestra qué ocurrió con las pruebas que IFOP realizó para conocer si es posible evitar o minimizar la interacción de los grandes cetáceos con los cabos de las trampas.
Las pruebas piloto se realizan en bahía Nassau, uno de los principales sectores de pesca de centolla de Magallanes, ubicada en la provincia Antártica Chilena. Las pruebas consideran la dinámica habitual de una pesquería de centolla en la región, es decir: el tipo y tamaño de embarcación que utiliza la pesca artesanal, profundidad de calado de las trampas, velocidad de operación, la experiencia de la tripulación, entre otras.
Compartimos el video Centolla en Magallanes: navegando hacia un manejo sostenible