En el marco del desarrollo de la COP25, en la ciudad de Santiago, los días 02 y 03 de diciembre se realizó el Simposio “Acelerando la acción climática ante el Cambio Climático: Crisis Sociales y emergencias climáticas”, en donde se abordaron problemáticas socio-ambientales como justicia ambiental, feminismo y territorio, que se ven aumentados por los efectos del cambio climático, aportando con soluciones que van desde el fomento a las economías diversas post extractivistas y prácticas de conocimiento transdisciplinarias, que buscan complementar los enfoques basados en la ciencia climática para acelerar la mitigación y la adaptación.
Daniela Droguett, Directora para Magallanes de WCS Chile, participó del panel sobre Justicia Ambiental, presentando la labor de conservación de biodiversidad que realiza WCS Chile en el Parque Karukinka en Tierra del Fuego desde el año 2004. Droguett mostró la riqueza no sólo biológica sino cultural de la naturaleza resguardada en el Parque, los objetos y desafíos de conservación, y cómo un esfuerzo visionario, comprometido y colaborativo, ha permitido que hoy ecosistemas como los humedales de turberas, de gran valor de conservación en el contexto del cambio climático, estén protegidas por Decreto Supremo en Karukinka, o cómo el trabajo de más de una década en investigación y monitoreo del ecosistema costero-marino del Seno Almirantazgo, en la Ecorregión de fiordos y canales del sur de Chile, se haya declarado Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP MU), la primera área marina protegida de Tierra del Fuego, que busca no sólo conservar los ecosistemas naturales sino la cultura y fuentes de vida asociadas a este paisaje.
Bárbara Saavedra, Directora WCS Chile, fue parte del panel Feminismos, Territorios y Acción climática, que tuvo como objetivo visibilizar la base territorial de las intervenciones feministas. En una analogía entre Biodiversidad y Género, la Dra. en ecología evolutiva relevó el valor de “la trama invisible que sostiene la vida en el planeta” que, en un precario balance, invita hoy en día a “caminar hacia la transformación conectando experiencias aisladas en los territorios y sosteniendo procesos más allá de las declaratorias y los liderazgos personales, para tomar acciones efectivas y con visión”.
¿Cómo integrar la visión ancestral y eco-feminista en la educación?
“Hemos olvidado quiénes somos, un mundo que se abre a la relación”, dice Mary Judith Ress, de Con-Spirando. “Materia y energía no son cosas divisibles, esto lo entienden los pueblos originarios desde siempre; debemos incorporar la experiencia y la vivencia y dejar de hablar desde lo abstracto”, añade la teóloga y feminista norteamericana. “Que la geografía se conozca caminando” comenta Sonia Ramos, del Consejo Autónomo Ayllus Sin Fronteras. Para la indigenista, esta práctica aporta identidad y arraigo, y permite educar personas con humanidad y amor.
El conocimiento no es solamente científico, concluye Saavedra. El conocimiento que se requiere hoy proviene tanto de las ciencias, como de las prácticas ancladas en la sociedad, y ambos saberes son valiosos y necesarios. Abordarlo por separado es “una dicotomía falaz y dañina para los desafíos climáticos y socio-ambientales” e invita a aportar desde cada espacio, al encuentro de saberes, pues los desafíos que enfrenta la humanidad no pueden ser resueltos por un grupo de científicos.
El conversatorio fue un espacio para promover el intercambio de experiencias, que incluyan evidencia científica, así como también conocimientos tradicionales, destacando la importancia de abordar las demandas sociales de la mano con los desafíos ambientales. Fue organizado por el Instituto de Cultura y Sociedad de la Universidad Western Sydney, el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia CR 2 de la Universidad de Chile, el Núcleo Milenio en Energía y Sociedad NUMIES y el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres CIGIDEN, con el apoyo de la Embajada de Australia en Chile y Ecuador.