En octubre del 2018, un grupo de 16 estudiantes de Tierra del Fuego tuvieron una experiencia que cambió su percepción sobre el uso de plásticos en sus vidas cotidianas. Se trató del Campamento Almirantazgo, organizado por WCS Chile, en el que aprendieron sobre la biodiversidad fueguina y sus amenazas, y aportaron a su conservación haciendo una limpieza de la basura que llega a la recóndita Bahía Jackson, al interior del Seno Almirantazgo, primera área marina protegida de la provincia.
Los campistas no sólo limpiaron las costas de Bahía Jackson, sino que lo hicieron utilizando una metodología científica que replica de lo hecho hace un par de años por el Director Científico de WCS, Alejandro Vila y la artista norteamericana Christy Gast. El desafío actual fue analizar los resultados de esta colecta y hacer la comparación con los datos anteriores, de manera de dimensionar el efecto que tiene el uso indiscriminado del plástico en los ecosistemas y la forma en que afecta la vida silvestre. Una de las dos o tres colonias de elefante marino de sur se reproduce cada año en esta bahía y debe convivir con la basura.Los estudiantes decidieron hacer este resultado patente y visible a los ojos de la comunidad, a través de una escultura realizada en base a las piezas plásticas colectadas. La obra será presentada durante la Semana de la Educación Artística, proclamada por UNESCO en 2012 entre los días 13 y 17 de mayo bajo el concepto de “Arte y Naturaleza: conciencia en acción”. La intervención artística se presentará el martes 14 de mayo a las 11 horas en la Plaza de Armas de Punta Arenas, en donde estarán presentes algunos de los participantes del Campamento Almirantazgo, para exponer sus impresiones y su vivencia en terreno.
Cada año hay más basura
Para poder realizar una comparación con los datos obtenidos en 2016, se utilizó el mismo método de recolección: de un transecto de 100 metros perpendicular a la línea de la costa, se colectó cada 20 metros toda la basura albergada dentro de un área de 1 metro cuadrado, una vez recopilada la basura se procedió a cuantificar y pesar.
Dado que la costa de Bahía Jackson comprende aproximadamente 3 hectáreas, los datos fueron extrapolados de manera de dar cobertura a total de costa antes mencionado. De la extrapolación de los datos obtenidos en terreno, se obtuvo que en octubre de 2018 existían 1.501,25 kilos, una tonelada y media, comparativamente un número muy menor al obtenido en 2016 4.037,5 de un poco más de 4 toneladas. Pero la cantidad de piezas plásticas obtenidas fue mayor. Una de las conclusiones a las que arribó el grupo de estudiantes es que el peso puede haber disminuido ya que la gran mayoría de las piezas provenían de bolsas plásticas, las que no tienen un peso significativo, al contrario, son muy livianas. Pero menos cantidad en peso, no implica menor contaminación, pues las imágenes y la visión en terreno de los jóvenes demostraba lo contrario. El año 2016 fueron halladas un total de 326 piezas de plástico, mientras que en 2018 se obtuvieron 385 piezas, un incremento de casi 60 piezas.
Video de campistas limpiando Bahía Jackson junto a los elefantes marinos
Arte y ciencia
Nataniel Álvarez, Codirector de LiquenLab, comenta que “la expectativa era bien incierta, esta es una experiencia piloto, sabíamos que trabajaríamos con plástico y la basura y de ahí surgió la idea de que participara Jimena Saiter, que es escultora, para dar volumen a la basura. Es súper admirable la voluntad de los estudiantes, las ganas de trabajar y realzar lo que tienen, no pensé que lograríamos concretar e hicimos 3 figuras, por lo que siento que este es el principio, una experiencia para prototipar con ellos, nos queda pendiente armar una visualización de datos para darlos a conocer de una forma distinta y que impacte”.
Javiera Riquelme, estudiante de tercer año medio del Liceo Polivalente Hernando de Magallanes cuenta que “Había más basura, pero menos peso, y creo que es porque la basura que más pesa se demora más tiempo en llegar; es más fácil que lleguen las bolsas que algún objeto más contundente. Nunca pensé que podríamos haber llegado a hacer las esculturas que logramos a través de la basura, me gustó mucho además porque son técnicas que no manejamos”.
La instancia permitió también reunir a los líderes campistas de distintos establecimientos educacionales. “Tenía ganar de reunirme con mis compañeros, la mayoría vivimos en Porvenir, no tenemos instancias como éstas en que compartimos quienes participamos del Campamento Almirantazgo” concluye Javiera.