Las vastas extensiones de bosques subantárticos que crecen a lo largo de ríos y lagos están siendo destruidas por la invasión del castor canadiense, traído desde el hemisferio norte hace casi 70 años.
Recuperar algunos sitios prioritarios es de importancia porque el bosque y las turberas absorben inmensas cantidades de CO2 y con ello ayudan a la mitigación del cambio climático. Es por esto que la Corporación Nacional Forestal (CONAF) se encuentra implementando en la región de Magallanes y Antártica Chilena, un proyecto de restauración ecológica de bosques en Tierra del Fuego, cuyo objetivo es devolver un bosque degradado a su estado original, mediante la plantación de lengas (
Nothofagus pumilio), en zonas afectadas por la presencia del castor (
Castor canadensis), y permitir con ello que mejore el flujo natural de los cursos de agua.
El Parque Karukinka es uno de los sitios seleccionados para la ejecución de esta restauración. El proceso consiste en sacar pequeñas plantas de lenga y llevarlas al vivero forestal que CONAF tiene en Río de los Ciervos, de manera de luego de casi un año de cuidados se facilite el crecimiento de las lengas y se puedan trasplantar.
Como parte de una gira técnica, representantes de las agencias de Naciones Unidas en Chile: FAO, ONU REDD + y PNUD, visitaron el Parque Karukinka la primera semana de diciembre de 2018, por encontrarse en ejecución dentro de sus terrenos dos importantes proyectos para la restauración ecológica de los bosques riparios. Por una parte, la restauración que mencionamos anteriormente, que implica reforestación en sitios abandonados por castores. Por otro, el proyecto “Fortalecimiento y Desarrollo de Instrumentos para el Manejo, Prevención y Control del Castor, una Especie Exótica Invasora en la Patagonia Chilena”, que busca implementar acciones que ayuden a evitar el avance de la especie y preservar los bosques y otros ecosistemas nativos que hoy se ven afectados.
La jornada comenzó cuando la delegación de más de 30 personas, conformada además por el Seremi de Agricultura de la región de Magallanes y la Antártica Chilena José Fernández, el Seremi de Medio Ambiente de la región de Magallanes y la Antártica Chilena Eduardo Schiappacasse y el Director Regional de CONAF Mauricio Vejar, se trasladó hacia el sector del Valle de la Paciencia distante unos 45 kilómetros del Refugio Vicuña y centro de operaciones del parque, recorriendo la senda de penetración en la que trabaja el Cuerpo Militar del Trabajo. Allí realizaron una caminata de aproximadamente 2 horas hasta llegar al sector donde actualmente se encuentra ubicado el campamento GEF, lugar donde evidenciaron las condiciones y obstáculos que deben sortearse día a día para realizar el trabajo de prospección para el control de esta especie, introducida en el año 1946 para el desarrollo de la industria peletera, en el lado argentino del lago binacional Fagnano. Aquí los representantes de las diversas agencias y servicios públicos pudieron conocer de primera mano las vivencias de quienes se encuentran realizando este trabajo.
Charif Tala, Jefe Departamento de Conservación de Especies del Ministerio de Medio Ambiente manifiesta al respecto que “las especies exóticas invasoras son una de las causas más importantes de pérdida de biodiversidad, de hecho, se habla de que es la segunda razón por la cual la biodiversidad a nivel global se está perdiendo, es importante reconocer que las personas somos los responsables de haber trasladado especies exóticas de un lugar hacia otro, y por lo tanto somos la causa a través de la cual se están moviendo especies exóticas. Desde ese punto de vista, también somos los responsables y somos quienes podemos solucionar o mitigar el problema, por un lado, previniendo el trasladar especies de un lugar hacia otro, pero también ejerciendo algunas acciones de control, ya sea de plantas, de animales e incluso de hongos que se han dispersado por distintos lugares del país”.
Finalizada esta primera etapa, el grupo retornó al sector Vicuña, dirigiéndose esta vez hacia el Lote 10, sector en que se realizó la segunda parte de esta gira técnica y donde se desarrolla parte del proyecto de restauración ecológica liderado por CONAF. En el Parque Natural Karukinka, se ha estimado que existen del orden de 18 mil hectáreas de bosque muerto a causa de los castores, lo que es casi cinco veces la superficie de la ciudad de Punta Arenas, aquí radica la importancia de vincular ambos proyectos.
En el Lote 10, CONAF está plantando 12.500 lengas distribuidas en un total de 15 hectáreas, cada árbol se protege con una cubierta individual o shelter, de manera de evitar el ramoneo por parte de la fauna circundante.
Paloma Toranzo, jefa de Gobernanza y Desarrollo Sostenible de PNUD en Chile, comenta que “estamos apoyando a lograr restaurar el gran y tremendo daño que ha causado el castor en esta región y particularmente en Tierra del Fuego, y poder regenerar un ecosistema que fue tremendamente dañado. Estamos trabajando en 27 hectáreas, 15 de las cuales pertenecen a WCS, por tanto, es una iniciativa que nos permite trabajar con la sociedad civil, lo que es muy relevante, y también nos permite generar sinergia entre los distintos servicios que están involucrados en conservar la biodiversidad y restaurarla, tener juntos a la seremi de medio ambiente, seremi de agricultura y corporación nacional forestal en muy significativo”.Al respecto, agrega Tala: “La comunidad juega un rol fundamental, porque es quien puede prevenir el andar dispersando especies de un lugar a otro y además puede apoyar las labores de control que desarrollan los servicios públicos, las ONG y la sociedad civil en su conjunto. Controlar especies exóticas invasoras puede significar un conflicto desde un punto de vista ético, pues significa remover una especie desde un lugar donde no debería estar, y allí la educación y la sensibilidad que la comunidad puede tener es fundamental al conocer y comprender que lo que buscaos con el control de las especies exóticas invasoras es recuperar nuestra biodiversidad nativa, recuperar nuestros ecosistemas”.
Para
Melissa Carmody, Coordinadora del Parque Karukinka, “este es un momento muy importante como ONG, pues vemos el trabajo de muchos años consolidándose, el proyecto de erradicación del castor y la parte posterior que es la restauración del bosque, uno de nuestros objetos de conservación como parque. Es de suma importancia y de nuestro total interés continuar con el monitoreo de este trabajo y consideramos que es una tremenda oportunidad de trabajo colaborativo”.