Presidenta Bachelet crea Comisión Asesora Permanente de Cambio Climático e insta a “situarnos en el campo de la acción, no en el de la negación, ni tampoco en el de la indiferencia”.
WCS Chile se suma al compromiso de aportar a la construcción de un país resiliente al cambio climático, desde la conservación de biodiversidad y una visión integrada de desarrollo.
Prensa Presidencia
La presidenta de la república, Michelle Bachelet, firmó el pasado miércoles un decreto supremo para la creación de la Comisión Asesora Presidencial Permanente de Cambio Climático, agencia mandatada a elaborar propuestas de diseño de instrumentos y procesos que permitan definir e implementar la política pública climática y aportar información que contribuya al proceso de toma de decisiones de las autoridades, entre otras funciones.
Presidida por el Ministerio del Medio Ambiente, la Comisión está conformada por los ministros de Relaciones Exteriores y Energía, directores de centros de investigación, representantes de sectores productivos y empresarial, presidentes de las comisiones de medio ambiente de la Cámara y el Senado, de asociaciones gremiales y organizaciones no gubernamentales.
“La diversidad de sectores y representación de esta Comisión es un mensaje importante ante la necesidad de enfrentar los problemas complejos y permanentes del cambio climático desde distintas miradas y sumando capacidades” comenta la Bárbara Saavedra, ecóloga y directora de WCS Chile, que busca contribuir a esta instancia desde las perspectivas científica y de conservación de la biodiversidad.
&a Comisión destaca el factor adaptativo que genera resiliencia, como una de las prioridades para la construcción de un país que pueda abordar los problemas que derivan del cambio climático, con una mirada del territorio nacional vinculado a las características propias de cada una de sus regiones.
“El cambio climático es un fenómeno global. Como país contribuimos muy poco a las emisiones que generan este cambio, sin embargo, sufrimos los efectos muy fuertemente. Una herramienta poderosa para poder facilitar la adaptación a los escenarios asociados al cambio climático, como la una mayor variabilidad climática que redunda en desastres naturales y sociales, es la conservación de la biodiversidad”, ahonda Saavedra, quien es también directora de la Sociedad de Ecología de Chile. “Esto solamente puede hacerse en Chile, nadie va a venir a hacerlo por nosotros”, concluye.
Límites planetarios
Los límites planetarios son aquellos procesos principalmente generados por los seres humanos, que definen la seguridad y la viabilidad de la vida humana en la tierra. Es un concepto desarrollado por un grupo de científicos del Centro de Resiliencia de Estocolmo y la Universidad Nacional de Australia, que establece la capacidad de la naturaleza para recuperarse de las perturbaciones ocasionadas, como el cambio climático, la acidificación de los océanos o la pérdida de biodiversidad.
&uatro de los nueve límites planetarios han sido traspasados. Cambio climático es uno, cambios en el uso de los suelos es otro. Sin embargo, los límites más severamente traspasados son la contaminación que altera los ciclos biogeoquímicos del planeta, y la pérdida de biodiversidad o pérdida de la integridad de la biosfera.
“Transgredir un límite aumenta el riesgo de que las actividades humanas inadvertidamente conduzcan al sistema terrestre a un estado mucho menos habitable, dañando los esfuerzos para reducir la pobreza y llevando al deterioro del bienestar humano en muchas partes del mundo, incluidos los países ricos”, aclara el profesor Will Steffen, uno de los líderes de este trabajo publicado en la revista Science en 2009 por primera vez y que se ha ido actualizando con nueva información.
Del mismo modo que los países necesitan tomar medidas para que los gases efecto invernadero que ocasionan el cambio climático del planeta no superen los límites autoimpuestos por los acuerdos internacionales, se debe avanzar en esfuerzos para que los ecosistemas de mayor relevancia y fragilidad puedan permanecer estables.
Así, concluye Bárbara Saavedra, “surgen oportunidades de aportar a mitigación y adaptación a través de la conservación de ecosistemas específicos, como los humedales de turba o turberas y el mar de Patagonia, áreas en las que WCS Chile trabaja desde hace más de una década, con aportes concretos a la investigación, la educación y la conservación, tanto desde la practica como desde el aporte a la definición de políticas públicas”.