por Deborah Sánchez · Rights and Resources Initiative
Este 10 de diciembre se celebró el Día de los Derechos Humanos y el 75º aniversario de uno de los compromisos mundiales más innovadores: la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El año pasado, las Naciones Unidas aprobó una resolución histórica, declarando que todos los habitantes del planeta tienen derecho a un medio ambiente sano.
Esta Declaración Universal ha servido durante mucho tiempo de base para un sistema cada vez más amplio de protección de los derechos humanos que hoy se centra también en los pueblos indígenas, un grupo que ha convivido respetuosamente con el mundo natural desde tiempos inmemoriales. Los pueblos indígenas, como mi comunidad de los miskitu de Honduras, tienen una profunda conexión con la tierra, el agua y los ecosistemas que son fundamentales para nuestras culturas, lenguas y medios de vida. Es precisamente gracias a esta experiencia intergeneracional y a nuestros conocimientos tradicionales que hemos sido pioneros en darnos cuenta del cambio climático y adaptarnos a él, y en proteger la salud de nuestro medio ambiente a pesar de los crecientes desafíos.
En la COP 28 de este año, mis hermanos y hermanas han compartido conocimientos clave que son fundamentales para garantizar la agenda de la ONU en materia de derechos humanos, así como la salud planetaria. Si los negociadores de la COP 28 están realmente dedicados a garantizar nuestro derecho a un medio ambiente y un planeta sanos, necesitamos que no sólo escuchen, sino que realmente presten atención y respondan a lo que estamos haciendo como comunidades en primera línea de la crisis climática.
En sus apretadas agendas, espero que también dediquen unos minutos a prestar atención a lo que estamos haciendo.
Mi experiencia de asistir a la COP 28 me hizo darme cuenta de que aún nos queda mucho trabajo por hacer. Este trabajo debe respetar los derechos de los Pueblos Indígenas, las comunidades locales y los Pueblos Afrodescendientes y debe cumplir con los derechos humanos en su conjunto. Les invito a que se pongan en contacto conmigo para compartir sus ideas sobre este artículo y otros en dsanchez@rightsandresources.org. Espero poder conversar con ustedes.