Debido a un evento de El Niño sin precedentes combinado con los impactos del cambio climático, el planeta está experimentando anomalías climáticas nunca antes vistas, con temperaturas globales del aire y la superficie del mar mucho más altas de lo que se ha registrado hasta ahora.
Este fenómeno global está afectando a algunas áreas de manera más severa que a otras, y es probable que los bosques, la vida silvestre y la población de Mesoamérica sufran especialmente en los próximos 6-12 meses.
Izquierda: El Niño, septiembre de 2014 a mayo de 2016, anomalía de temperatura superficial del mar, Pacífico ecuatorial. Derecha: La Niña, agosto de 2021 a enero de 2023, anomalía de temperatura superficial del mar, Pacífico ecuatorial. Fuente: NOAA Environmental Visualization Laboratory (NNVL), NOAA Climate.gov https://www.climate.gov/data/Ocean--Monthly--Difference-from-average-Sea-Surface-Temperature--Pacific/03-broadcast/
Déficit de precipitación: En 2023, las lluvias han sido considerablemente menores que el promedio histórico en los 5 Grandes Bosques de Mesoamérica, especialmente en la Selva Maya (-23%), Darién (-21%) y La Moskitia (-17%). El Canal de Panamá ya está experimentando problemas debido a la escasez de agua.
Aumento de las temperaturas del océano: El Golfo de México tiene la temperatura más alta registrada en la historia, aproximadamente 1.1°C por encima del promedio de 40 años.
Aumento de las temperaturas del aire: En la década de 1970, Flores, Guatemala, tenía un promedio de 4 días al año con temperaturas por encima de los 40°C, pero durante las últimas dos décadas ha experimentado un promedio de 36 días al año por encima de los 40°C.
Dadas estas circunstancias, los expertos predicen que 2023-2024 podría tener efectos devastadores en Mesoamérica, con los peores impactos ocurriendo durante la próxima temporada seca, entre febrero y junio de 2024. Si es similar a otros eventos importantes de El Niño, como los de 1998 o 2016, esto podría resultar en los siguientes impactos:
Incendios forestales generalizados y de rápida intensificación.
Contaminación del aire peligrosa causada por el smog tóxico.
Fallo de cultivos.
Secado de cuerpos de agua, lo que limitaría el acceso al agua para humanos, ganado y vida silvestre.
Foto: Personal de WCS Belize activo en la gestión de incendios forestales en el MFC.
"Esta crisis empeora cada día. Además del elevado número de incendios, ahora tenemos una situación nunca antes experimentada en la historia reciente, con una sequía severa de los ríos. En mis 30 años de vida aquí, esta es la crisis más extensa e intensa que he presenciado. Hemos tenido momentos tensos en 1997/98, 2005, 2010 y 2015, pero lo que veo ahora es una crisis sin precedentes que afecta a los paisajes naturales, la biodiversidad y la mayoría de la población."
-Carlos Durigan, Director de WCS Brazil
"Debido al cambio climático, Mesoamérica ha experimentado estaciones secas cada vez más largas y devastadoras, especialmente durante los años de El Niño. Los incendios forestales generalizados amenazan el hábitat forestal, la vida silvestre y la población local. Este año, algunas áreas de Mesoamérica ya están lidiando con un déficit de precipitación del 60% incluso antes del inicio de la temporada seca tradicional. Estamos extremadamente preocupados de que la próxima temporada seca podría ser devastadora a una escala que nunca hemos visto antes. Todos debemos trabajar juntos ahora para prepararnos y mitigar estos impactos."
-Gabriela Ponce, Directora de WCS Guatemala
Es imperativo que los gobiernos y otros actores en el terreno se preparen desde ahora para los posibles impactos de El Niño. Esto implica:
1. Anticipar y Actuar: La primera línea de defensa contra esta amenaza inminente es la anticipación proactiva. Sugerimos que los gobiernos establezcan un Grupo de Respuesta a El Niño que coordine y aproveche la experiencia de varios campos: meteorología, gestión de desastres y más. Este grupo será el centro neurálgico para la planificación estratégica, asegurando que nuestros países no solo sean reactivos, sino que estén varios pasos adelante de posibles desastres. Será esencial establecer un robusto sistema de prevención y gestión de incendios, lo cual incluye mejorar la detección temprana, fortalecer las brechas cortafuegos y aprovisionar a los equipos de respuesta rápida.
2. Asignar Presupuestos: La preparación financiera es tan crucial como la preparación estratégica. Los gobiernos deben asegurarse de que las agencias de respuesta a emergencias no estén limitadas por restricciones presupuestarias. Debe asignarse una financiación adecuada, garantizando capacidades de respuesta rápidas y efectivas. El costo de la inacción o acción tardía, tanto en términos financieros como en la invaluable pérdida de recursos naturales, es un precio demasiado alto para pagar.
3. Apoyar a las Comunidades Forestales Vulnerables: El corazón de nuestros bosques no son solo la flora y fauna, sino las comunidades que los llaman hogar. Los gobiernos deben implementar mecanismos de apoyo para las comunidades forestales más vulnerables a los efectos de El Niño. Esto incluye garantizar que tengan acceso a suministros de comida, agua, y emergencia, así como capacitarlos y apoyarlos en prevención y gestión de incendios. Su seguridad y bienestar son primordiales, y son nuestros principales aliados en la conservación y gestión de los bosques.