En los últimos dos años hemos visto grandes avances en las técnicas y capacidades locales para estudiar las aves migratorias en la Selva Maya de Guatemala, y nuevas colaboraciones entre las comunidades que estas aves conectan. Tras el taller de certificación de anillamiento de aves realizado en la Estación Biológica Las Guacamayas en 2024 -que promovió y reconoció las habilidades de los anilladores de aves en el norte de América Central- el monitoreo científico en la Selva Maya ha incorporado la tecnología Motus (Motus Wildlife Tracking System) y colaboraciones con socios nuevos y antiguos.
Motus es una red internacional que utiliza tecnología de radio automatizada para rastrear aves y otros animales que llevan etiquetas de radio. Esta red nos ayuda a entender los patrones de migración de las aves a través de las Américas, algunas viajando desde Sudamérica hasta Groenlandia.
Con apoyo de comunidades locales y aliados internacionales como Zumbro Valley Audubon y SELVA (Investigación para la Conservación en el Neotrópico), se han instalado dos estaciones Motus en los Parques Nacionales Tikal y Laguna del Tigre en Guatemala.
Los equipos de Zumbro Valley Audubon y SELVA construyendo las estaciones Motus y capacitando a técnicos locales en cómo poner las marcas de radio de forma correcta. Fotos por WCS Guatemala
En cada sitio, hemos equipado zorzales maculados (Hylocichla mustelina) con marcas de radio para poder seguir sus rutas migratorias entre la Selva Maya y sus zonas de reproducción en Norteamérica. Este esfuerzo forma parte de un proyecto de colaboración, para marcar individuos en toda el área de distribución de la especie, a fin de comprender mejor su migración y por qué está en declive.
Catalina Ramírez marcando un zorzal maculado con etiquetas de radio. Fotos por WCS Guatemala.
Individuos del zorzal maculado de la Selva Maya han sido detectados en los estados de Georgia, Texas, Mississippi, Nueva York, y Nueva Hampshire entre otros. Las estaciones también han detectado otras especies marcadas en otros lugares, como un zorzal de Swainson que voló desde Montana hasta la Selva Maya. Esta información destaca la fuerte conexión de las aves migratorias entre los bosques de Mesoamérica y ciertas regiones de los Estados Unidos de América.
Las rutas migratorias del zorzal maculado #55870, un individuo marcado en Nueva Hampshire en junio de 2024 y después detectado en Tikal en octubre de 2024 (izquierda) y del zorzal de Swainson, un individuo marcado en Montana en septiembre de 2024 y detectado en Tikal en octubre del mismo año (derecha).
Para celebrar la fuerte conexión que las aves migratorias crean entre el Medio Oeste de los Estados Unidos y la Selva Maya -así como la larga colaboración entre WCS Guatemala y Zumbro Valley Audubon- en septiembre de 2024 seis jóvenes observadores de aves de Petén representando a Caoba Birders Club, Green Water Conservation y Petén Birders Association- participaron junto al coordinador del Programa de Aves de WCS Guatemala, Marcial Córdova, en el anual Festival de Migración de Rapaces en Hawk Ridge, Duluth, Minnesota.
Los jóvenes pudieron ver las mismas rapaces que observan en Guatemala en un contexto totalmente diferente e intercambiar conocimientos y experiencias sobre el monitoreo de aves en cada parte del área de distribución. Este intercambio internacional refleja nuestro compromiso compartido de proteger las aves rapaces migratorias que viajan miles de kilómetros entre regiones.
Marcial Córdova (segundo por la izquierda) con los seis jóvenes de Petén que viajaron a Minnesota para el Festival en Hawk Ridge. Miembros de Zumbro Valley Audubon, incluyendo a Eric Matteson (izquierda) que recibieron amablemente a sus socios guatemaltecos (derecha).
Uno de los avances más importantes relacionados con la conservación de aves en Petén es la implementación de restauración ecológica, especialmente en áreas degradadas por incendios, ganadería ilegal y deforestación. En comunidades como Paso Caballos, Cruce a la Colorada y La Colorada, se han sembrado especies estratégicas para el retorno de la biodiversidad.
Árboles como el aceituno (Simarouba glauca), el ramón (Brosimum alicastrum) y la caoba (Swietenia macrophylla)cumplen un papel vital:
El ramón ofrece frutos que alimentan a tangaras, loros y tucanes.
El aceituno da refugio y sombra a especies pequeñas y sirve como sitio de percha.
La caoba, además de su valor ecológico, contribuye a formar estructuras de dosel que muchas aves necesitan para anidar o resguardarse.
Miembro de la comunidad de Cruce a La Colorada trasladando plántulas desde el vivero local para plantarlas en una zona de restauración. Foto por WCS Guatemala.
“Estos árboles son parte de una estrategia de restauración con múltiples beneficios: aportan alimento, mejoran la calidad del suelo y facilitan el regreso de especies que dependen de ellos”, comparte César Paz, responsable del Programa de Restauración de WCS Guatemala.
Las acciones de restauración también están siendo monitoreadas para observar si ciertas especies de aves aumentan su presencia en zonas reforestadas. La expectativa es que, con el tiempo, estas áreas se conviertan en hábitats clave para muchas especies en riesgo o en descenso poblacional. Hemos observado que especies meta como el zorzal maculado y la reinita de Kentucky (Geothlypis formosa) ya están regresando a las áreas recuperadas.
Además de la tecnología, el programa sigue promoviendo el intercambio de conocimientos entre comunidades locales, organizaciones y gobiernos. Actividades como los Conteos Navideños que realizamos con socios en el Parque Nacional Laguna del Tigre y Global Big Day y la participación comunitaria en ellas, acompañan los esfuerzos de monitoreo, fortaleciendo el vínculo entre la ciencia y la vida cotidiana en las comunidades de la Selva Maya.
“El conocimiento que estamos generando sirve para diseñar mejores políticas, pero también inspira a las nuevas generaciones a cuidar su entorno”, añade Marcial Córdova.
Marcial Córdova (el más a la izquierda en la primera fila) y Luis Orellana (segundo por la derecha) de WCS Guatemala con jóvenes de la comunidad de Carmelita saliendo a observar aves en el bosque.
El monitoreo de aves continúa como una herramienta fundamental para entender los beneficios de la restauración ecológica para la biodiversidad y las enlaces entre el bosque más grande que queda en Mesoamérica y “paisajes hermanos” en Norteamérica conectados por las aves migratorias.
Texto por Anna Lello-Smith, Claudia Novelo Alpuche y Sofía Rosales. Con apoyo de WCS Guatemala, SELVA, Environment and Climate Change Canada, Zumbro Valley, Neotropical Migratory Bird Conservation Act (NMBCA), Cornell Lab of Ornithology, Unión Europea y la iniciativa de los Grandes Bosques de Mesoamérica.