Sus parientes más cercanos sólo se conocen a través de los fósiles. Esta fascinante tortuga de río se separó de todas las demás tortugas vivas hace unos 80 millones de años. Esta especie se encuentra sola en la punta de una rama del árbol de la vida que se remonta a la época de los dinosaurios.
En la actualidad, todo el linaje de tortugas de río centroamericanas está restringido a partes de Belice, el sur de México y Guatemala.
Es una especie muy acuática y se alimenta únicamente de materia vegetal. Además, está catalogada como En Peligro Crítico por la Lista Roja de la UICN debido a su dramático y continuo declive y, en algunas partes de su área de distribución, está protegida legalmente.
Se están realizando esfuerzos de cría en cautividad, y la aplicación de medidas eficaces de conservación in situ, en particular la prohibición de la caza ilegal y la participación de las comunidades, es fundamental para su supervivencia.