En la Selva Maya de Guatemala, el cultivo de maíz en parcelas en proceso de restauración no solo representa una práctica ancestral, sino también una estrategia efectiva para la conservación del suelo.
El maíz protege la tierra del impacto directo del sol y la lluvia, contribuye a retener la humedad, mejora la estructura del suelo mediante el aporte de materia orgánica y al mismo tiempo, fortalece la seguridad alimentaria de las comunidades.
Esta práctica forma parte del trabajo colectivo de las familias que participan activamente en la restauración, integrando conocimiento tradicional, soberanía alimentaria y compromiso con el territorio.
En este #DíaInternacionaldelaConservacióndelSuelo, reconocemos que, sin el esfuerzo y la dedicación de las comunidades locales, la restauración no sería posible. Gracias a su trabajo, se protege el suelo, se producen alimentos y se mantiene el equilibrio de los ecosistemas. El maíz, símbolo de vida para el pueblo maya, sigue siendo una herramienta vital para conservar la tierra y restaurar la selva. Estas acciones son posibles gracias al compromiso de muchos actores, y al apoyo de donantes como la #UniónEuropea, a través del proyecto EU-DeSIRA como parte de sus esfuerzos por los #GrandesBosquesdeMesoamérica, el Fondo de Paisajes Biodiversos (#BLF), The Overbrook Foundation, Liz Claiborne & Art Ortenberg, Amigos Asociación Forestal Integral Cruce a la Colorada (#AFICC) y Asociación de Comunidades Forestales de Petén (ACOFOP).