El Darién es el bosque de Colombia y Panamá que abarca 17.014 km2 y es la tercera mayor zona silvestre de Centroamérica. La Brecha del Darién es una franja de 160 km de bosque no desarrollado y humedales dentro del Departamento del Chocó de Colombia, en Sudamérica, y la Provincia del Darién de Panamá, en Centroamérica. El Darién representa la única interrupción de la Carretera Panamericana, por lo que es imposible cruzar entre Sudamérica y Centroamérica por carretera. Esta profunda área silvestre es extremadamente biodiversa, albergando fauna como el águila arpía y el perro de monte, pero está cada vez más expuesta a la deforestación, a la recolección ilegal de fauna silvestre y al tráfico de madera.
El bosque del Darién, también conocido como Parque Nacional del Darién, se creó en 1980 y representa el 33,6% de la superficie total de la provincia del Darién. El Parque es el mayor de todos los Parques Nacionales de Panamá y la mayor zona protegida de Centroamérica y el Caribe. Este bosque tropical está situado al este del país, en la frontera con la República de Colombia, tiene una superficie de 579.000 hectáreas, siendo el área natural protegida más grande de Centroamérica y el Caribe.
Está formado por bosques premontanos y montanos, bosques nubosos, bosques enanos y grandes manglares. Darién es una zona muy húmeda y lluviosa. El área resumida de la reserva contiene una gran variedad de ecosistemas y biodiversidad. Su prodigiosa naturaleza incluye cordilleras de más de 2.500 metros de altitud y extensos ríos navegables como el Tuira o el Chucunaque. Sus bosques albergan especies vegetales únicas en el mundo y animales de extraordinaria belleza como el águila arpía y el jaguar.
Por su extraordinaria diversidad biológica y su alto valor genético, además de los grupos que mantienen y practican tradiciones ancestrales, el Parque Nacional del Darién fue declarado en 1981 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) Reserva de la Biosfera de la Humanidad.
Desde el nivel del mar hasta el Cerro Tacarcuna, a 1.875 metros de altura, la zona presenta una excepcional variedad de ecosistemas y hábitats costeros, de llanura y de montaña. Hay playas de arena, costas rocosas y manglares a lo largo de la costa, innumerables humedales, ríos y arroyos, bosques de palmeras y varios tipos de selva tropical, incluida la selva tropical de tierras bajas más extensa de la costa del Pacífico de América Central. El bosque también es cultural y étnicamente diverso, como demuestran los importantes hallazgos arqueológicos, así como los afrodescendientes e indígenas embera, wounaan, kuna y otros que viven dentro de la propiedad hasta el día de hoy. El Parque Nacional del Darién fue pionero en incluir explícitamente la dimensión cultural en la gestión y conservación de un área protegida.
Su gran tamaño y su lejanía crean un amplio espectro de hábitats, lo que beneficia los procesos evolutivos de las especies endémicas. Esto significa que Darién es definitivamente importante en materia de cultura y diversidad.
En el Parque Nacional del Darién se han registrado cientos de vertebrados y miles de invertebrados y existe un alto endemismo. Dado que las investigaciones detalladas son todavía escasas, existe un potencial casi seguro de nuevos descubrimientos, especialmente en los poco conocidos y aislados bosques nubosos de mayor altitud.
Entre las impresionantes 169 especies de mamíferos documentadas se encuentran el mono araña de cabeza marrón (Ateles fusciceps fusciceps), en peligro de extinción, el tapir centroamericano (Tapirus bairdii), el vulnerable oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla) y especies casi amenazadas como el jaguar (Panthera onca), el perro de monte (Speothos venaticus) y el pecarí de labios blancos (Tayassu pecari). Entre las muchas otras especies se encuentran el puma (Puma concolor), el ocelote (Leopardus pardalis), el margay (Leopardus wiedii) y el jaguarundi (Herpailurus yagouaroundi).
Entre las más de 533 especies de aves registradas se encuentran el gran guacamayo verde (Ara ambiguus), en peligro de extinción, el vulnerable gran pavo real (Saturnia pyri) y una importante población del casi amenazado águila arpía (Harpia harpyja). Hay una notable diversidad de reptiles y anfibios, con 99 y 78 especies confirmadas, respectivamente. El inventario de peces de agua dulce, probablemente incompleto, es de 50.
Los numerosos y hermosos ríos y arroyos, en particular los caudalosos ríos Tuira y Balsas, son las arterias de la zona protegida. Son de gran importancia para la vida silvestre, también sirven como las únicas rutas de acceso y viaje para los habitantes del parque, los investigadores, los visitantes y el personal en la mayor parte del bosque hasta el día de hoy.
Los grupos indígenas más destacados de la zona son los chocó (concretamente los emberá y los wounaan o waunana) y los kuna (cuna); las estimaciones de sus poblaciones locales combinadas varían mucho, desde 1.200 hasta unos 25.000. Tradicionalmente han vivido en aldeas dispersas por la selva, pero algunas familias se han trasladado a pueblos y ciudades.
En el sector panameño de Darién, hay tres pueblos transfronterizos, los guna, los emberá y los wounaan. Para los tres pueblos se deben considerar disposiciones especiales debido a esta característica, según lo establecido en el Convenio 169, ratificado en Colombia, y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, votada favorablemente por Panamá.
El bosque del Darién cubre una importante área de Panamá, comenzando por el Parque Nacional Chagres, de importancia central en la economía nacional por constituir la parte principal de la reserva de agua del Canal de Panamá, continuando con las comarcas Guna de Gunayala, Wargandi y Madungandí, sigue con la Comarca Emberá Wounaan, el territorio Guna de Dagargunyala, las tierras colectivas de Alto Bayano y las tierras colectivas Emberá Wounaan.