Apolo fue un eje importante de comunicación desde la época prehispánica, por donde pasaba el camino del inca hacia las sabanas del Beni. Alrededor del valle se encontraban varios pueblos, entre ellos los aguachiles, lecos, araonas, uchupiamonas y pamainos.
El nombre de Apolo proviene del vocablo leco “pulo pulo”, que significa “el lugar de los jaguares”. En sus proximidades se encontraban los pueblos lecos, aguachiles, pamainos, araonas y uchupiamonas.
Los franciscanos introdujeron ganado (toros, caballos, ovejas, cabras, cerdos), así como trigo, arroz, plátano y cítricos. También se producían cultivos tradicionales, como el maíz, el frijol, el maní y la yuca. En esa época, Apolo cobró importancia para el intercambio de productos en la región.
En el siglo XIX, Apolo se convirtió en un enclave de comercialización de productos. Actualmente continúa siendo un lugar importante de intercambio y abastecimiento de la región.