La llegada del frente frío y la humedad del ambiente golpean al equipo y un par de miembros caen resfriados. Luego de un par de horas más en el río Hondo el equipo llega al sitio de estudio en la base de la serranía Chepite. Inmediatamente la gente empieza a limpiar las carpas y secar las bolsas de dormir luego de tres noches de haber acampado en playas. Luego, una cadena humana descarga los 8 botes y comenzamos a instalar el campamento. El frío es minimizado con un api caliente, una tradición en lugares tropicales cuando las temperaturas bajan. Cinco de los botes regresan por la tarde hacia Rurrenabaque.