La Embajada Británica en El Salvador, en conjunto con el Gobierno de la República de El Salvador, celebró el lanzamiento del proyecto «Paisajes Resilientes y Biodiversos del Norte de Mesoamérica» en el país, financiado por el Fondo de Paisajes Biodiversos (BLF, por sus siglas en inglés).
El evento se celebró el 12 de agosto en la laguna de Metapán, seguido de una visita a la zona, donde el proyecto ya está coordinando actividades con siete comunidades para elaborar un Plan Comunitario de Desarrollo Climáticamente Inteligente y a crear capacidad para la agricultura regenerativa. Durante el acto, el Embajador británico David Lelliott hizo entrega de equipo y herramients para la prevención y combate de incendios, en línea con el apoyo que recibirá El Salvador para reforzar la protección de los bosques. Su Excelencia el Dr. Félix Ulloa, Vicepresidente de la República de El Salvador, dirigió las palabras de clausura del evento, en el que también estuvieron presentes el Director Ejecutivo Nacional de El Trifinio, Jorge Urbina, y la Directora General de la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO), Karla de Palma.
El Fondo de Paisajes Biodiversos es financiado con fondos de Desarrollo Internacional del Gobierno Británico. El BLF apoya la reducción de la pobreza, la protección y conservación de la biodiversidad, la mitigación del cambio climático y los resultados de la adaptación a través de seis paisajes biológicamente diversos en todo el mundo. Uno de ellos es el Paisaje Mesoamericano, que abarca áreas de Belice, El Salvador, Guatemala y Honduras. En Mesoamérica, el BLF invertirá aproximadamente hasta 19 millones de dólares durante los próximos seis años.
Lago Güija.
En la región del Trifinio de El Salvador, la inversión del BLF rondará los 2 millones de dólares y las actividades del proyecto se llevan a cabo a través de las organizaciones Wildlife Conservation Society (WCS) y el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE). El proyecto está constituido por cuatro componentes.
- Comunidades prósperas y resilientes: actividades para desarrollar flujos de ingresos sostenibles y aplicar un desarrollo rural adaptado al clima con las debidas salvaguardas sociales.
- Zonas protegidas y protección de especies: garantizar zonas de conservación bien gobernadas y actividades de protección específicas para especies amenazadas.
- Habilitación de mecanismos políticos y financieros: creación de consenso, colaboración multisectorial y reformas políticas para incentivar la protección de los bosques.
- Aprendizaje y gestión adaptativa: aplicación de un marco de seguimiento y evaluación como componente básico para evaluar el impacto y orientar la toma de decisiones.