Nosotros por naturaleza y más los pueblos indígenas, tenemos una naturaleza de protección a la madre tierra. Lourdes Frasser Rojas, una mujer brunca de la Asociación Ecocultural de Arte y Turismo Indígena So Cagrú de Boruca, comparte este mensaje en su taller ubicado en la provincia de Punta Arenas, considerada como zona de amortiguamiento del Parque Internacional La Amistad.
Con un grupo de mujeres artesanas, elaboran máscaras de madera de balso y cedro con representaciones de la biodiversidad de la zona. Destacan los jaguares, guacamayas y coloridas plantas. También elaboran textiles y ofrecen experiencias culinarias a través del turismo indígena. Lourdes añade que ante la pandemia, tuvieron que reinventarse y emprendieron a la par un proyecto de reforestación.
La Amistad es uno de los grandes bosques de Mesoamérica. Se encuentra en la Cordillera de Talamanca en Costa Rica y al oeste de Panamá. Es hogar de especies como el jaguar, la danta, el pecarí y el águila arpía. Como parque, La Amistad fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983.
De acuerdo a un estudio elaborado por la Universidad para la Cooperación Internacional (UCI) sobre amenazas y cambio de uso de suelo en los 5 Grandes Bosques, ha habido una deforestación de 185.594 hectáreas en los últimos 20 años, con un promedio anual de 9.280 hectáreas. Los picos de deforestación se dieron del 2013 y 2014, en donde se perdieron 14.263 ha y 14.430 ha respectivamente. El origen en su mayoría se debe al incremento de la agricultura itinerante.
Foto: Lourdes Frasser Rojas sostiene una máscara realizada por mujeres de la comunidad.
RESTAURAR O REFORESTAR
Los conflictos que resaltan en este bosque incluyen la expansión del cultivo de piña, plantaciones de palma aceitera y la ganadería. Estas actividades se traducen en el uso de herbicidas y productos químicos, gramíneas invasoras, compactación del suelo y erosión. Rodrigo de Sousa, Gerente del Programa de Bosques Tropicales de OSA Conservation enfatiza “Son los tres usos de suelo que más afectan al medio ambiente, no únicamente por el tipo de cultivo, si no por el paquete tecnológico para esa explotación”.
De acuerdo al artículo “Mejoras en los resultados climáticos y de biodiversidad mediante la restauración de la integridad forestal” publicado recientemente por Trillion Trees y Conservation Biology (CONBIO), se demuestra que la restauración en áreas degradadas brinda mayores y rápidos beneficios para la biodiversidad y la mitigación climática, en comparación con las acciones dirigidas únicamente a la reforestación.
¿Qué es la restauración? La restauración significa devolver los bosques degradados a su estado natural. Esto implica una variedad de actividades, como plantar árboles, eliminar especies invasoras y mejorar la calidad del suelo. Al restaurar bosques degradados, se puede ayudar a mitigar el cambio climático al capturar carbono, así como proporcionar hábitat para la vida silvestre y otros servicios ecosistémicos importantes. La restauración también puede generar beneficios económicos, como madera y productos forestales no maderables. La restauración es una herramienta importante para preservar la biodiversidad y mitigar los impactos del cambio climático.
Mapa: Pérdida de bosque del 2000 al 2020. Fuente: WCS 2022.Foto: Parcela en proceso de restauración por el equipo de campo de OSA Conservation en la zona de amortiguamiento en el Parque Internacional La Amistad, Costa Rica.
Una prueba tangible de estos procesos es visible en las fincas administradas por OSA Conservation, donde la vegetación se ha recuperado y la biodiversidad está experimentando una recuperación gradual. Actualmente, OSA Conservation está involucrada en actividades de monitoreo relacionadas con el crecimiento de los árboles sembrados, la regeneración natural, la biodiversidad y la salud del suelo. Sus esfuerzos implican principalmente una estrecha colaboración con la comunidad local y los finqueros de la región, dentro de una red de restauración regional que incluye 250 fincas y 10 comunidades aliadas. Las iniciativas de restauración incluyen la reproducción y siembra de 40 especies de árboles que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción.
EL QUETZAL: EL AVE EMBLEMA
Aún dentro de la zona de amortiguamiento, en San Gerardo de Dota a una altitud aproximada de 2.600 metros, se encuentra “Paraíso Quetzal Lodge”, un hotel administrado por familias que protegen más de 80 hectáreas de bosque primario que resguarda una gran diversidad de flora y fauna. Destaca el Quetzal Resplandeciente (Pharomachrus mocinno), que cada mañana de Diciembre a Abril es posible avistar. Es un ave que anteriormente enfrentaba riesgos debido a la destrucción de su hábitat, como lo explica Jorge Serrano Salazar, gerente del lugar y coordinador del proyecto de conservación Kabek; “Las actividades económicas giraban en torno a talar el bosque, pero hoy en día, nos enfocamos al aviturismo y ecoturismo, que es una opción de ingresos económicos y a su vez de conservación de bosque”.
Foto: William Solano Granados, parte del proyecto Kabek, sostiene una pluma de quetzal.
Para William Solano Granados, uno de los finqueros que son parte del proyecto Kabek, confiesa que antes pensaba que la conservación nunca le traería beneficios: “Yo no valoraba la naturaleza, pero ahora me siento parte de ella. A veces siento que las aves se comunican con uno”. Algunos árboles como el aguacatillo, dice William, son los más visitados por los quetzales y cuenta que se dedica a cuidarlos, porque sabe que el beneficio también impacta en estas majestuosas aves.
“YO PUEDO GENERAR CONSERVACIÓN DESDE MI CAFÉ, DESDE MI CACAO, DESDE MIS HORTALIZAS”
Otra mujer que trabaja en la provincia de Punta Arenas, es Yendri Suárez Chacón, presidenta de la Asociación de Productores La Amistad (AsoProLA) y miembro de la brigada de monitoreo biológico “Fuente de Vida” que, de manera colectiva, generan información sobre la biodiversidad presente en el corredor de La Amistad. “En la zona hemos encontrado más pumas y ocelotes, aunque desde luego hemos visto jaguares, también tenemos venados, tepezcuintles, dantas y toda clase de anfibios y reptiles”, menciona.
Yendry reflexiona sobre los cultivos a los que se dedican, señalando que el café es una tradición cultural y familiar profundamente arraigada, mientras que el cacao es más reciente. Han adoptado el cacao como un cultivo que contribuye significativamente a la conectividad biológica. Su forma de vida y economía se centran en la agricultura y los servicios relacionados a ella, incluido el turismo rural. Por lo tanto, resalta la importancia de esta propuesta productiva, ya que sostiene los medios de vida de la comunidad local.
“Yo puedo generar conservación, desde mi café, desde mi cacao, desde mis hortalizas y es lo que nosotros promovemos. Porque cuando uno conoce, uno se identifica, ama las cosas” concluye Yendry.
MONITOREO BIOLÓGICO EN UJARRÁS
La brigada indígena de monitoreo biológico “Ujarrás” cuenta con años de experiencia de guarda recursos y se encuentra en la Cordillera de Talamanca. En una visita realizada por el equipo de WCS y Costa Rica Wildlife Foundation, la brigada presentó algunas de las actividades que implementan para defender su territorio, sobre todo ante amenazas como la cacería, tala e incendios forestales.
Foto: Danta (Tapirus bairdii) capturada en el Parque Internacional La Amistad, Costa Rica.
Carolina Fernández Zúñiga, especialista en educación ambiental y miembro de la brigada, comparte que también se ayudan con la instalación de cámaras trampa en puntos estratégicos para vigilancia y monitoreo de algunos animales como la danta.
Para Roy Rojas Salazar, también miembro de la brigada, uno de los principales retos es la complejidad para trasladarse en las más de 19 mil hectáreas del territorio que vigilan, sin embargo, han logrado organizarse para abarcar 12 sitios diferentes. Esperan que próximamente con las capacitaciones de SMART puedan implementar el uso de esta herramienta, tal como lo hace el grupo de San Jerónimo, en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Chirripó.
Foto: Brigada de monitoreo biológico “Ujarrás” y el equipo de Re:wild, Costa Rica Wildlife Foundation y WCS Mesoamérica.
SMART: UNA HERRAMIENTA CLAVE PARA GUARDA RECURSOS, COMUNIDADES Y GOBIERNOS
En la comunidad de San Jerónimo, provincia de Pérez Zeledón, existe un grupo consolidado bajo el nombre de “Guardianes de la Biodiversidad”. Este grupo realiza constantes patrullajes ante las amenazas ambientales, como la caza furtiva, tala ilegal y plantaciones ilegales de marihuana. Merlín Gamboa Arias, un miembro de la brigada y guía, explica que el grupo se formó debido a la necesidad de contar con personas dedicadas a la protección del medio ambiente, lo cual es fundamental para la comunidad, ya que el ecoturismo desempeña un papel importante en su economía.
Para la comunidad, el uso de SMART les ha permitido generar un mapeo de amenazas de la zona y con ello, brindar mejores datos a las autoridades. Con ayuda de organizaciones como WCS; Re:wild y Costa Rica Wildlife Foundation, actualmente es un grupo capacitado que abarca no solamente su propia comunidad, sino colindantes como El Zapotal y San Rafael.
La herramienta SMART es un software especializado diseñado para ayudar en la gestión y conservación de la vida silvestre y paisajes. Apoya una amplia gama de actividades, incluyendo la conservación, la aplicación de la ley, la gestión del turismo y el uso sostenible de los recursos naturales. Para Lidia Quiroz Solís, una de las mujeres miembros de la brigada en la zona, el hecho de que más organizaciones se unan al esfuerzo para proteger el Parque Internacional La Amistad le llena de alegría y refuerza su determinación para continuar su labor.
Foto: Guardianes de la Biodiversidad, San Jerónimo, Costa Rica.
Fotos y textos por Claudia Novelo Alpuche. Fotografías de cámaras trampa por WCS y aliados. Mapas por Marco Martínez. Las opiniones expresadas en este producto informativo son responsabilidad de su(s) autor(es), y el GCF no puede ser considerado responsable por cualquier uso que se haga de la información contenida en él.