por Gabriela Ponce
El 6 de julio del presente año se llevó a cabo un evento histórico para la Reserva de Biosfera Maya (RBM), al firmarse el “Contrato para el cumplimiento de compromisos derivados de la cancelación de la Concesión en la Unidad de Manejo San Miguel, y colaboración comunitaria para la restauración, recuperación ecológica y manejo sostenible de la Unidad de Manejo San Miguel”. Esta firma marcó un hito importante para la comunidad de San Miguel La Palotada, ubicada en la Zona de Uso Múltiple de la Reserva de Biosfera Maya. Después de años de esfuerzo y con el apoyo constante de WCS, así como la colaboración de la iniciativa "Juntos por San Miguel", la comunidad logró recuperar su estatus legal a través de este acuerdo con el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).
Foto: Firma de la sesión del contrato ©WCS Guatemala
La comunidad de San Miguel La Palotada, formada por los caseríos de San Miguel La Palotada, La Milpa y Yarché, fue la primera concesión forestal comunitaria de la RBM. En 2009 el Honorable Consejo de CONAP resolvió la cancelación del contrato de concesión y el retiro de los pobladores de la Unidad de Manejo, debido a acciones de usurpación ilegal de zonas de bosque. A pesar de que la orden de desalojo fue rescindida por el CONAP en 2020, la comunidad perdió el acceso legal al uso de la tierra y los recursos naturales con un impacto negativo en el bienestar humano. Sin un acuerdo formal con el Estado para habitar el territorio, manejar los recursos naturales y hacer uso de la tierra, su situación era incierta.
La iniciativa “Juntos por San Miguel” comenzó con inversiones en salud y medios de vida como apicultura, crianza de gallinas y proyectos de restauración y agroforestería, en acuerdo mutuo con CONAP y la comunidad. Este proceso permitió registrar resultados tangibles como la reducción de eventos de tráfico de vida silvestre, reducción de las tasas de deforestación e incendios y la restauración de más de 100 hectáreas de pasturas en áreas degradadas. Estos resultados favorables aumentaron el interés de CONAP en tener una alternativa para la comunidad.
Foto: Pasto invasivo conocido como "chispa" en parcelas en proceso de restauración. ©CNA
El contrato firmado recientemente brinda una plataforma legal de 5 años prorrogables para el acceso a la tierra y al uso de los recursos naturales en el área, incrementando las posibilidades de desarrollo sostenible para la comunidad con obligaciones y derechos claros. De esta manera, San Miguel La Palotada nuevamente es un aliado del CONAP y este contrato establece un nuevo modelo de gobernanza de los recursos naturales, que es aplicable a otras áreas de la Reserva que tienen situaciones similares con áreas potenciales para restauración y bosques degradados.
La participación de organizaciones de la iniciativa “Juntos por San Miguel” fueron claves para ese resultado. Los donantes como la Fundación Overbrook, Fondo para la Conservación de Bosques Tropicales (FCA), la Fundación Laguntza, la Unión Europea con el proyecto DeSIRA, la Agencia de Cooperación de Estados Unidos en Alianza con el Departamento del Interior (USAID-DOI), el proyecto "Coordinación Transfronteriza para Reducir el Tráfico Ilegal de Vida Silvestre en el Corredor Verde de Guatemala-México" (DEFRA-IWT) y las contribuciones de socios como Asociación de Comunidades Forestales del Petén (ACOFOP), Fundación PROPETÉN, Fundación Naturaleza para la Vida (NPV), Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala (MAGA), Municipalidad de San Andrés y Rainforest Alliance (RA) complementaron el éxito.