Una iniciativa regional para el clima, la biodiversidad y las comunidades
Los 5 Grandes Bosques de Mesoamérica se están destruyendo a un ritmo alarmante: en los últimos 22 años, tres se han reducido en casi una cuarta parte de su tamaño. La ganadería ilegal es responsable de más del 90% de la deforestación reciente. La pobreza, el narcotráfico, el crimen organizado y los impactos del cambio climático agravan las amenazas a Los 5 Grandes Bosques de Mesoamérica y las comunidades.
Desde 2019, organizaciones como Wildlife Conservation Society (WCS), Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB), Re:wild y ministerios de ambiente, se unieron para desarrollar una iniciativa de impacto a largo plazo para incrementar la resiliencia de “Los 5 Grandes Bosques de Mesoamérica” con la participación de comunidades indígenas, organizaciones de la sociedad civil, academia y gobiernos.
Esta unión impulsa la colaboración colectiva y comunitaria para formular la Nota Conceptual y preparar la propuesta completa que será sometida a la consideración del Fondo Verde del Clima (Green Climate Fund). El objetivo del proyecto es crear las condiciones propicias para que los países y los pueblos indígenas de Mesoamérica desarrollen y participen en un programa regional de GCF centrado en la resiliencia de los bosques y las comunidades que dependen de ellos.
Los 5 Grandes Bosques de Mesoamérica son la Selva Maya en México, Guatemala y Belice; La Moskitia en Nicaragua y Honduras; Indio Maíz-Tortuguero en Nicaragua y Costa Rica; La Amistad en Costa Rica y Panamá; y El Darién en Panamá y Colombia.
Mapa de Los 5 Grandes Bosques de Mesoamérica por Marco Martínez (WCS)
Objetivos
Para lograr la resiliencia de Los 5 Grandes Bosques se han planteado los siguientes objetivos:
- Abordar las principales causas de la deforestación mediante la formulación de políticas que las desincentiven.
- Reforestar y restaurar las zonas degradadas por la ganadería para mantener grandes extensiones de bosque contiguas.
- Alinear las políticas y mejorar la gobernanza para fortalecer la aplicación de la ley y eliminar el ganado ilegal de las áreas clave.
- Reforzar alternativas de medios de vida sostenibles en conjunto con las comunidades, donde se involucren actividades con un enfoque de género en los modelos de desarrollo económico.
Metas 2030
- 10 millones de hectáreas de bosque protegido
- 500,000 hectáreas de bosque recuperado
- 0 extinciones de especies
- 0 ganadería ilegal
- Mejora del bienestar humano
Estrategia
Entre las principales vías para alcanzar estos objetivos, hemos diseñado las siguientes estrategias:
1. Agricultura resiliente al clima y a los bosques: Medios de vida alternativos a la ganadería, adaptados al clima, respetuosos con los bosques, culturalmente apropiados y ampliables, adoptados por las comunidades indígenas y locales de los cinco bosques, que mejorarán las economías locales, reforzarán la resiliencia al cambio climático y aumentarán la cubierta forestal.
2. Restauración: Reforestar y restaurar las zonas degradadas por la ganadería para mantener grandes extensiones contiguas de bosque. Proyectos piloto de restauración implementados en cada uno de los 5 Bosques en áreas recuperadas de la ganadería para convertir las tierras de los ranchos en bosques productivos que apoyen los medios de vida locales.
3. Políticas reequilibradas: Los gobiernos mesoamericanos reequilibrarán las políticas y los programas de incentivos para reducir las presiones sobre los bosques y apoyar los medios de vida alternativos identificados, incluyendo una mayor inversión en restauración forestal con las comunidades rurales.
4. Detener el contrabando: Los gobiernos mesoamericanos abordan los mercados ilegales y el tráfico transfronterizo de ganado que socavan el desarrollo local resiliente al clima y sostenible y promueven altas tasas de deforestación.
5. Mejorar la protección de los bosques: Mejora de la gestión, gobernanza y monitoreo de los bosques, incluyendo vigilancia, patrullaje SMART, justicia y protección de defensores ambientales, en áreas protegidas por el Estado y tierras administradas por comunidades indígenas y/o campesinas.