Notas de Prensa
Este jueves, 14 de septiembre arranca la expedición científica para la documentación de la riqueza biológica y cultural de los ríos Yata, Biata y Benicito y sus alrededores, en los municipios de Santa Rosa y Exaltación (Beni). La expedición, que se prolongará hasta el 3 de octubre, estará liderada por Wildlife Conservation Society (WCS) y el Grupo de Trabajo para los Llanos de Moxos (GTLM), y contará con el apoyo de los centros de investigación en Biodiversidad y Medio Ambiente (CIBIOMA) y de Recursos Acuáticos (CIRA) de la UABJB, el Instituto de Ecología (IE) de la UMSA, el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD), la Universidad de Bonn, el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) de La Paz y la Asociación Civil Armonía.
Los ríos Yata, Biata y Benicito albergan una gran variedad de plantas y animales. “Esta expedición es una oportunidad única para conocer y preservar la biodiversidad de estos ríos y sus alrededores”, comenta Guido Ayala, coordinador de Investigación científica de WCS en Bolivia. El río Benecito, nacido en las llanuras de Bibosi, en la provincia José Ballivián, recorre 300 km hasta su desembocadura en el río Yata, recibiendo las aguas del arroyo Jordán por la derecha y del arroyo San Antonio por la izquierda.
A su vez, el río Yata, nacido al noreste del lago Rogagua, se extiende en el Beni a lo largo de 1.060 km, fluyendo hacia el noreste hasta su desembocadura en el río Mamoré. En la parte alta pasa muy cerca de los lagos Huaytunas y Rogaguado. Durante su recorrido recibe varios afluentes, como el río Benicito y una multitud de arroyos, y atraviesa localidades como Puerto Yata, Puerta Teresa, Tres Mapejos y Emboscada.
Entretanto, el río Biata nace en las llanuras de Huacanahuas (provincia José Ballivián). Circula en dirección norte a lo largo de 410 km, hasta su confluencia en el río Beni, en las proximidades de la población de San José. Su principal afluente en el margen derecho es el arroyo Montevideo, y el arroyo Santa María por la izquierda. Estos ríos también son testigos de la rica historia arqueológica de la región, con evidencias de antiguas culturas mojeñas que han dejado su huella en las fértiles sabanas del sur del Beni y en los suelos, con menos nutrientes, del norte.
La expedición estará a cargo de 25 especialistas de diversos campos, desde la genética ambiental hasta la herpetología, pasando por la ornitología, entomología, limnología y mastozoología. También se impulsarán estudios arqueológicos bajo la dirección de la Dra. Carla Jaimes Betancourt. Para los estudios de ADN ambiental, limnológicos y paleoecológicos, se prevé un exhaustivo muestreo de sustrato, fitoplancton, zooplancton y bentos. Además, se evaluará la salud animal en grupos de micromamíferos y murciélagos, y se realizará un relevamiento de la presencia de plantas, mariposas, peces, reptiles, mamíferos, aves, así como de mamíferos pequeños, medianos y grandes.
La coordinación de esta expedición cuenta con el respaldo de la municipalidad de Santa Rosa, la Gobernación del Beni, la Asociación de Ganaderos y las instituciones científicas locales antes mencionadas. Los resultados serán compilados en un informe general y serán compartidos para su utilización en la producción de publicaciones científicas futuras. El principal objetivo de la expedición es que los bolivianos valoren la riqueza biológica y cultural que albergan estos impresionantes cuerpos de agua del Beni y sus alrededores. ¡Acompáñenos en esta emocionante exploración de la biodiversidad y la historia que fluyen en estos ríos legendarios!
Fotografías: Guido Ayala /WCS